El Poder de Movernos: Un Homenaje al Cuerpo, a la Vida y al Silencio

Siempre he creído que el deporte no solo te aleja de los malos hábitos, sino que también te hace sentir mejor. Con el tiempo, comprendí algo todavía más valioso: el movimiento es una pieza esencial para mantenernos en equilibrio. Nos ayuda a evitar el sedentarismo, a despejar la mente y a cuidarnos por dentro y por fuera.

Estamos hechos para movernos.

El movimiento nos libera; llena de vida nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma. El bienestar físico es solo uno de los pilares de nuestra existencia, pero es imprescindible para sentirnos bien en nuestra propia piel. Hacer ejercicio eleva nuestros niveles de endorfinas, y esa sensación nos acompaña durante horas. Te sientes fuerte. Capaz. Y tu cuerpo te lo agradece.

Cuando el ejercicio ocurre al aire libre, ese bienestar se multiplica.

Respirar aire fresco, sentir la fuerza de la naturaleza y permitir que el paisaje te envuelva es una de las sensaciones más poderosas que existen. Y si eres de los que siempre escucha música mientras corre o camina, te invito a que, de vez en cuando, elijas el silencio: sube a la montaña, ve a la playa, piérdete en un bosque o en un campo abierto. Busca lugares donde haya menos ruido y más alma. Ahí, en ese espacio sin interferencias, es donde realmente puedes escuchar tu interior.

Y si a ese hábito le sumas cuidados como el masaje terapéutico, el equilibrio se vuelve casi completo.

La suerte de poder movernos

A veces olvidamos cuán afortunados somos por algo tan básico como poder desplazarnos con libertad.

Por eso hoy envío un abrazo enorme a quienes no tienen esa posibilidad.

Pienso especialmente en un amigo muy querido: Sergio, “El Cabra”.

Cada vez que me lo encuentro por la calle, me recuerda lo bonita que es la vida, incluso cuando yo misma lo olvido. Con una sonrisa sincera, me cuenta cuánto disfruta sus paseos en silla de ruedas, lo que siente al tener el sol en la cara, y esos pequeños detalles que para muchos pasan desapercibidos.

Tras un accidente que lo dejó inmóvil, jamás he conocido a alguien con más ganas de vivir el día a día.

Maldita sea, Sergio… cuánto te admiro.

Tu fuerza interior, tus ganas de seguir, tu manera de vivir pese a las ruedas… eres inspiración pura. Nos recuerdas que todos llevamos dentro una fortaleza inmensa, aunque a veces se nos olvide.

El valor inmenso de un solo día

Hace poco escuché a un influencer decir algo que se me quedó grabado:

“Si te ofreciera 10 millones de euros a cambio de que mañana fuera tu último día, ¿lo aceptarías? seguramente NO.. Entonces, por pura lógica, tu día vale como mínimo 10 millones de euros.”

Y así es.

Gracias a todos los que hacen que mis días valgan eso… Y pido disculpas por todos aquellos que dejan que la mierda que llevan en sus tripas salga disparada hacia quienes se cruzan en su camino, permitiendo que su propia oscuridad proyecte sombras sobre todo lo que hacen. Ojalá se recuperen pronto… porque yo, sinceramente, ya no les doy importancia.”

fd. Tony